Manaos, Brasil — En un contexto de profunda reflexión y diálogo, la Iglesia amazónica se prepara para contribuir significativamente a la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos. Este evento, impulsado por el Papa Francisco, busca fortalecer la comunión, la misión y la participación en la Iglesia universal1.
La Aportación de la Iglesia Amazónica
En la segunda Asamblea presencial realizada en Manaos, al norte de Brasil, representantes de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) compartieron sus perspectivas sobre este acontecimiento eclesial. El padre Agenor Brighenti, asesor y perito sinodal, y la hermana Birgit Weiler, consultora de la Secretaría del Sínodo, lideraron un panel en el que se exploraron los siguientes aspectos:
- Sinodalidad como Constitución de la Iglesia: Brighenti destacó que la sinodalidad no es un evento puntual, sino un estado permanente del ser eclesial. Siguiendo el principio de la Iglesia del primer milenio, que dice: “Lo que concierne a todos debe ser discernido y decidido por todos”, se busca una mayor corresponsabilidad de todos los bautizados.
- Vínculos con el Concilio Vaticano II y el Papado de Francisco: El actual Sínodo está estrechamente relacionado con dos hitos del siglo XX: el Concilio Vaticano II, que renovó la Iglesia universal, y la elección del Papa Francisco en 2013. El Papa Bergoglio universalizó la visión de la Conferencia de Aparecida (2007) y reimpulsó los ideales del Concilio Vaticano II en América Latina.
- El Amor de Dios en la Pluralidad: La hermana Birgit Weiler subrayó que la sinodalidad no es una moda, sino un proceso de conversión que debe encarnarse en acciones concretas. La CEAMA, como parte activa de este proceso, testimonia la presencia de Jesús resucitado en medio de la diversidad y la pluralidad de la Amazonía.
Un Camino de Esperanza y Acción
La Iglesia amazónica, con su riqueza cultural y su compromiso con la justicia social y ecológica, se prepara para aportar al Sínodo de los Obispos una visión esperanzadora y transformadora. En este camino sinodal, la comunidad de UNICA también está llamada a participar, discernir y decidir juntos, recordando que somos parte de una Iglesia en constante renovación y servicio al mundo.