Amigas y amigos:
La liturgia de este tiempo de Adviento, que hoy comenzamos nos anima a prepararnos para la venida del Señor. Ni Dios ni Jesús tienen que venir de ninguna parte, porque ya están aquí, pero nos ayuda a ver el adviento como un camino para tomar conciencia del amor que nos habita como hijos del Amor. Es un tiempo oportuno para examinar si estamos en el “camino de Jesús”, si somos realmente cristianos o solo rutinarios practicantes.
Bendición de la corona de adviento
“Señor Jesús, tú bendices esta Corona de Adviento para que, durante este tiempo de preparación a la Navidad, sea un signo que nos recuerde permanentemente tu venida cotidiana, y así nos preparemos espiritualmente para el encuentro definitivo contigo. Que nuestras obras de misericordia sean la forma de esperarte. Amén.”
Encendido de la primera vela:
“Encendemos Señor esta luz, en la primera semana de adviento. Queremos ponernos en pie para estar preparados. Queremos estar despiertos y vigilantes para descubrirte a Ti que nos traes la luz más clara, la paz más profunda, y la alegría más verdadera.”